Mishpatim -Aprender a Caminar Sobre Las Piedras
- Jack Levy
- 16 feb
- 6 Min. de lectura
Por Jack Levy
Nunca he sido de caminar descalzo. Vivo en el campo, pero si me ves, lo más probable es que lleve tenis. El pasto suave, quizás, pero las piedras... ni pensarlo. El dolor al pisarlas me paraliza.
Tengo una vecina y amiga que camina descalza sobre esas mismas piedras sin inmutarse. No lo entiende, lo vive. Y cuando pienso en su historia, todo cobra sentido. Su familia perdió a un hermano hace años. No huyeron del dolor; lo atravesaron. Y en el proceso, aprendieron a caminar sobre las piedras.

Yo, en cambio, muchas veces me quedo inmóvil, esperando entender el dolor antes de seguir adelante. Pero el dolor no se entiende, se siente. Y la vida no te pide que lo resuelvas; te pide que lo atravieses.
Eso es lo que enseña Parashat Mishpatim. Después del éxtasis del Sinaí, donde el pueblo vio truenos y fuego, la Torá aterriza en leyes terrenales: esclavitud, daños, justicia social. Pasamos de lo sublime a lo incómodo. ¿Por qué? Porque Dios no vive en la mente que analiza, sino en las manos que actúan.
La Torá no busca que entiendas el camino; quiere que te atrevas a caminarlo. Aunque duela. Aunque no lo comprendas.
Contexto de la Perashá
Parashat Mishpatim es el puente entre la experiencia sobrenatural del Sinaí y la vida cotidiana del pueblo de Israel. Aquí, la Torá detalla una serie de leyes sociales y civiles que estructuran la convivencia y la justicia en la comunidad. Desde las leyes sobre esclavos, daños y préstamos hasta las normas sobre el cuidado del extranjero, el huérfano y la viuda, Mishpatim nos enseña que la espiritualidad no se sostiene en teorías, sino en actos concretos de justicia y compasión.
¿Por qué la Torá pasa de una experiencia espiritual elevada a leyes prácticas y mundanas? ¿Qué papel juega el dolor en el crecimiento espiritual? ¿Por qué la acción debe preceder a la comprensión? ¿No dijo Descartes: "Pienso, luego existo"? Pero, ¿y si fuera al revés? ¿Si primero necesitamos actuar, sentir y vivir para luego comprender? Y, sobre todo, ¿cómo podemos aprender a caminar sobre las piedras emocionales de nuestra vida?
El Mito de "Entender para Sanar"

Pensamos que si entendemos el dolor, lo venceremos. Creemos que las respuestas intelectuales pueden calmar el vacío. Pero no es así.
Michael Brown lo dice claro:
"Our intent isn’t to feel better, but to get better at feeling" — nuestra intención no es sentirnos mejor, sino volvernos mejores al sentir.
Pero, en lugar de sentir, buscamos cubrir el malestar: distracciones, explicaciones, espiritualidad superficial.
La Torá no permite esa evasión. Mishpatim, al bajar del Sinaí, nos recuerda que lo divino no se vive en el éxtasis místico, sino en el presente incómodo. Por eso dice el Aleinu LeShabeaj (que recitamos diariamente):
"Veyadata hayom, vehashevota el levaveja" — "Conoce hoy y llévalo a tu corazón" (Devarim 4:39).
No basta con entender intelectualmente; el conocimiento debe descender al corazón, al alma, para convertirse en verdad vivida. En las decisiones diarias que tomas cuando nadie te ve. En la forma en que tratas al empleado, al extranjero, al necesitado.
Naase veNishma. Primero haces, luego entiendes.Porque la comprensión llega después de la experiencia, nunca antes.
Inteligencia o Conciencia: El Desafío de Sentir
Yuval Noah Harari plantea una diferencia crucial: inteligencia no es lo mismo que conciencia.
La inteligencia permite procesar datos, resolver problemas y analizar emociones. La conciencia, en cambio, es la capacidad de sentirlas, de vivirlas plenamente.

El auge de la inteligencia artificial refleja esta desconexión. Las máquinas pueden describir el amor, pero no experimentarlo. Y nosotros, al obsesionarnos con comprender racionalmente todo lo que sentimos, terminamos pareciéndonos a ellas: expertos en teorías, torpes en emociones.
La Torá no busca que entiendas a Dios, sino que lo vivas. Por eso, después del Sinaí, no te entrega conceptos abstractos, sino leyes que te obligan a actuar en el presente. Justicia, compasión, honestidad.
Porque lo infinito no se descubre en el análisis. Se siente en el instante en que haces lo correcto sin necesitar una razón que lo justifique.
El Dolor No Es el Enemigo

Nos enseñaron a evitar el dolor. A verlo como una falla que hay que corregir. Pero Mishpatim nos dice algo distinto: el dolor no es un error, es una puerta.
Mi vecina y su familia lo entendieron al perder a su hermano. No buscaron distraerse ni encubrir el vacío. Se permitieron sentirlo. Caminaron descalzos por esas piedras emocionales hasta que, paso a paso, el dolor dejó de ser una amenaza y se convirtió en impulso.
La Torá nos enseña a hacer lo mismo. No te pide que ignores tu angustia, sino que la atravieses con conciencia. No te pide que lo hagas solo. Por eso ofrece leyes que sostienen al individuo y a la comunidad, que crean un espacio seguro donde el dolor puede experimentarse sin miedo.
El Sostén Precede al Movimiento

Hace poco, en una clase de somática, escuché una frase que me cambió la perspectiva: "El sostén precede al movimiento."
No puedes dar un paso si no sientes primero el suelo bajo tus pies. Lo mismo ocurre con las emociones. Un niño que ha vivido trauma no necesita que le expliquen su dolor. Necesita sentir que alguien lo sostiene. Necesita una presencia firme que le dé la confianza para moverse.
Mishpatim funciona igual. Después de la experiencia abrumadora del Sinaí, ofrece un marco claro de leyes y responsabilidades. Este sostén ético permite avanzar sin caer en la parálisis que genera el miedo.
El dolor es parte del viaje, pero no caminas solo. La estructura que brinda la Torá es ese suelo firme que permite moverte con conciencia, incluso cuando las piedras duelen.
Aprender a Caminar Sobre las Piedras
Caminar descalzo sobre las piedras duele. Quema. Corta. Pero quedarse parado es mucho peor. Porque el dolor es una experiencia natural de la vida, pero el sufrimiento es lo que ocurre cuando te quedas paralizado y te resistes a sentir.
Y así funciona el sistema. En lugar de ofrecer sostén, te etiqueta. En lugar de ayudarte a atravesar el dolor, te receta una pastilla para que lo evites. A mí me lo hicieron. De niño, no encajaba en la estructura rígida de una escuela que quería niños obedientes y tranquilos. Me llevaron con psiquiatras, psicólogos y un sinfín de "especialistas" me diagnosticaron como un problema a corregir. Pero el problema no era yo. El problema era un sistema que le teme a la esencia y prefiere controlarla en lugar de sostenerla, lo mas triste es que hoy lo sigo viendo en muchos queridos cercanos.
El sostén precede al movimiento.
Eso es lo que Mishpatim nos enseña. Las leyes no son cadenas; son el suelo firme que te permite avanzar. No son imposiciones; son el marco que sostiene tu libertad.
Mi Vecina, esa que camina sobre piedras sin miedo, lo sabe. Su familia no intentó entender el dolor que les dejó la pérdida. Lo vivieron. Lo sostuvieron juntos. Y con el tiempo, ese sostén les permitió no solo caminar, sino también ayudar a otros a caminar.
"And I'll find strength in pain / And I will change my ways" —dice The Cave de Mumford & Sons,
Una canción que no habla de entender, sino de sentir. Porque la fuerza no llega desde la mente que analiza, sino desde el corazón que se abre. Es en el dolor atravesado donde nace la verdadera transformación; no en la explicación, sino en la experiencia. No en la teoría, sino en el paso firme sobre las piedras. Y es ahí, en el acto de caminar, donde realmente existimos.
La fuerza no surge de evitar las piedras, sino de atravesarlas. El cambio no llega al entender el dolor, sino al aceptarlo como parte del viaje.

Así que suelta la mente. Quítate los zapatos. Siente el suelo. Camina.
Porque Dios no es un concepto. Es el suelo que te sostiene ahora mismo. Es el pulso vital que late bajo tus pies, esperando a que te atrevas a sentirlo. No lo busques en la razón ni en las respuestas. No lo analices, no lo expliques. Respíralo. Déjate atravesar. Suelta la mente, pisa el presente y permite que cada piedra te recuerde que estás vivo. Porque solo cuando te rindes a sentir, sin miedo, sin filtros, descubres que la vida siempre estuvo ahí, esperándote.
Rumi lo dijo:
"I don't love you with my heart and mind. I love you with my soul, incase my mind forgets and my heart stops."
Porque el alma no depende de la mente ni del corazón; es la esencia que permanece incluso cuando los pensamientos se nublan y las emociones se apagan. Es desde ahí, desde el alma, que se vive lo divino. Y solo lo sentirás si te atreves a caminar sobre las piedras.
Bibliografía y Referencias
Torá
Parashat Mishpatim: Éxodo 21:1 – 24:18.
Perashat Devarim 4:39 citando el Aleinu Leshabeaj
Rumi, Jalal al-Din (1207-1273)
Cita: "I don't love you with my heart and mind. I love you with my soul, incase my mind forgets and my heart stops."
Fuente: The Essential Rumi, traducción de Coleman Barks.
Michael Brown
The Presence Process: A Journey into Present Moment Awareness.
Cita utilizada: "Our intent isn’t to feel better, but to get better at feeling" pagina 23.
Yuval Noah Harari
Sapiens: A Brief History of Humankind.
Referencia al contraste entre inteligencia y conciencia, y el papel de la IA en la desconexión emocional.
Mumford & Sons (Marcus Mumford, 2009)
Canción: The Cave del álbum Sigh No More.
Cita: "And I'll find strength in pain / And I will change my ways".
Clase de Somática (Somatics)
Principio utilizado: "El sostén precede al movimiento".
Descartes, René (1596-1650)
Meditaciones Metafísicas (1641).
Cita contrastada: "Cogito, ergo sum" (Pienso, luego existo).
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