Lag BaOmer: La Luz Interior de Rabi Shimon
- Jack Levy
- 22 may 2024
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 6 jun 2024
Por Jack Levy
Pronto celebraremos Lag BaOmer, el 33º día en una serie de 50 días de cuenta del Omer. Desde una perspectiva cabalística, estos días representan un viaje hacia el desarrollo personal y espiritual, con cada día marcando un paso en nuestra búsqueda de conexión y evolución. Sin embargo, Lag BaOmer resuena con un significado especial. Este día no solo marca el final de un período de luto por los discípulos de Rabi Akiva, quienes perecieron en una pandemia devastadora, sino que también conmemora el aniversario de la muerte de Rabi Shimon bar Yojai, autor del Zohar y pilar de la Cábala.

El fuego de Rabbi Shimon Bar Yojai
Perseguido por el gobierno romano, Rabi Shimon encontró refugio en la oscuridad de una cueva donde, acompañado solo por su hijo, pasó 12 años. Este período de aislamiento se convirtió en una etapa crucial de transformación espiritual, durante la cual se sumergió en profundas meditaciones y estudios, subsistiendo con algarrobas y agua de un manantial cercano. Este tiempo en la cueva, una etapa del "Ermitaño" en el famoso viaje del héroe, forjó las enseñanzas que más tarde se plasmarían en el Zohar.
Cada año en Lag BaOmer, encendemos fogatas y celebramos en memoria de este justo que compiló y reveló esa luz al mundo.
Y aquí estamos, encendiendo fogatas en honor a Rabi Shimon. Pero...
¿Qué simboliza realmente esta tradición?

Observemos primero el fuego. Es curioso pensar que los árboles, para crecer, requieren de los cuatro elementos: agua, aire, tierra y fuego. Aunque no vemos llamas brotando de un árbol, el fuego está ahí, materializado en forma de madera. Esta energía es absorbida y almacenada, y al encender una fogata, liberamos los rayos solares que el árbol absorbió durante su vida.
Las fogatas de Lag BaOmer no son solo una tradición; son un símbolo de la luz interior que Rabi Shimon cultivó en la oscuridad. El fuego representa el anhelo del alma por elevarse, por buscar la verdad y la conexión divina.
El horno de Achnai y los despertares espirituales.

En la cábala, se destacan dos conceptos esenciales: hitorerut D'tata (el despertar desde abajo) y hitorerut D'Ela (el despertar desde arriba), representados por la Torá escrita y la Torá oral, respectivamente. Una historia del Talmud [1] ilustra estos conceptos profundamente.
En una discusión halájica polémica sobre la pureza de un tipo de horno, Rabí Eliezer invocó milagros para probar su punto, incluso una voz celestial apoyó su postura. Sin embargo, Rabí Yehoshua rechazó estos signos, citando la Torá: "Porque [ya] no está en el cielo" [2] , estableciendo que la interpretación de la Torá, una vez entregada, recae en los seres humanos. Dios sonrió ante la resolución, reflejando hitorerut D'Tata, un despertar desde abajo, donde nosotros, como parte de la creación, trabajamos para continuar comprendiendo y aplicando la ley divina.
En Lag BaOmer, al conmemorar a Rabi Shimon y encender nuestras fogatas, celebramos una conexión única: la luz divina que nos ha sido dada, simbolizada por la Torá escrita (la madera), y la luz interior que revelamos a partir de esta, a través de nuestras discusiones humanas en el Talmud y las interpretaciones del Zohar. Cada llama es un símbolo de nuestra búsqueda tanto personal como colectiva, un recordatorio de que tenemos la obligación de interpretar, debatir y, finalmente, trazar nuestro propio camino hacia una conexión más profunda y una trascendencia espiritual, ascendiendo hacia esferas más cercanas a nuestro Creador, guiados por el fuego eterno que brota de la Torá
Y Tú, ¿Qué Piensas?
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