El Acto Revolucionario de Ser 'Santos'

Por Jack Levy

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En un mundo obsesionado con borrar diferencias, donde incluso aspectos tan fundamentales como el género pueden ser elegidos por un niño, las palabras de la parashá Kedoshim resuenan con un desafío sorprendente:

"Seréis santos, porque yo, el Señor vuestro Dios, soy santo". (Levitico 19:2)

Este mandato de santidad se profundiza en la perasha de esta semana Emor, donde nos definen no solo las acciones que debemos tomar, sino también cómo debemos marcar el tiempo y honrar nuestras profundas tradiciones. Estas parashiot nos instan a definir con claridad quiénes somos y a vivir con un propósito que supera la confusión de nuestra era — no solo como individuos, sino como una comunidad que se atreve a destacar. Pero en esta modernidad, ¿qué implica realmente ser 'santo'? No se trata simplemente de pureza; se trata de identidad, de tener el valor de declarar quiénes somos, profundizando en la pregunta de dónde venimos y no dejándonos influenciar solamente por lo que la sociedad nos quiere imponer.

La Identidad en Crisis:

Mira a nuestro alrededor: en algunos rincones de este planeta, a los niños ya no se les define por género al nacer. Se les etiqueta como 'no asignados' o se les ofrece una paleta de identidades como si estuvieran eligiendo el color de una camiseta. ¿Resultado? Una generación enredada en una crisis de identidad que no sabe siquiera quién es antes de decidir quién quiere ser. ¿Es este el precio de nuestra 'liberación'?

Santidad como Declaración de Identidad:

Contrasta esto con "Kadosh", ese antiguo término hebreo para 'santo' que literalmente significa 'separado'. En el judaísmo, separarnos es precisamente cómo afirmamos quiénes somos. Las leyes de Kashrut, las normas de Shabat, cada "no" es un "sí" a una identidad que ha resistido el paso de milenios. No estamos confundidos; estamos comprometidos, y en este compromiso, encontramos nuestra claridad.

El Poder de los Límites:

En un mundo obsesionado con la idea de que cualquier límite es una barrera, el judaísmo celebra los límites como definiciones. ¿Cómo puede un artista pintar sin los límites de su lienzo? Los límites no restringen; enfocan. Nos permiten actuar no sobre una base de indefinición, sino con la fuerza de la certeza. Nuestras leyes no son cadenas; son las pautas claras que nos liberan para movernos con propósito y pasión.

Un Llamado a la Revolución de la Identidad:

Así que aquí está el desafío: mientras el mundo abraza un espectro de identidades hasta el punto de la parálisis, Kedoshim y Emor, nos ofrecen una revolución de la identidad. Nos invita a afirmar quiénes somos con claridad y convicción en un mar de incertidumbre. Esto no es retroceso; es evolución consciente. No se trata de cerrarnos a nuevas posibilidades; se trata del valor de declarar: "Esto es lo que soy", fortaleciendo nuestra identidad con un profundo conocimiento de dónde venimos y con eso decidir hacia dónde vamos.

"Seréis Santos"

"Seréis santos" no es un discurso del pasado; es una declaración valiente para el presente. En una era de indefinición, ser "Kadosh" es nuestro acto revolucionario. Es el rechazo a disolverse en la ambigüedad y una invitación a afirmar una identidad que tiene tanto de antigua como de urgente. No nos perdamos en la neblina de la indecisión. Seamos santos; seamos claros. Porque en esa claridad, no solo encontramos a Dios; nos encontramos a nosotros mismos.